Los microplásticos pueden viajar desde el estómago a distintos órganos del cuerpo
(HealthDay News) – Los microplásticos podrían estar migrando del tracto digestivo a los riñones, el hígado y el cerebro de los seres humanos, sugiere un nuevo estudio con ratones.
Los animales de laboratorio expuestos a microplásticos en su agua potable terminaron con las diminutas partículas de plástico alojadas en varios órganos diferentes, informaron los investigadores en la edición del 10 de abril de la revista Environmental Health Perspectives.
“Pudimos detectar microplásticos en ciertos tejidos después de la exposición”, dijo el investigador sénior Eliseo Castillo, profesor asociado de la Facultad de Medicina de la Universidad de Nuevo México y agregó: “Eso nos dice que puede cruzar la barrera intestinal e infiltrarse en otros tejidos”.
Los científicos estiman que las personas ingieren cinco gramos de partículas microplásticas cada semana, en promedio, aproximadamente la misma cantidad de plástico que se encuentra en una tarjeta de crédito, dijeron los investigadores en las notas de respaldo.
“En las últimas décadas, se han encontrado microplásticos en el océano, en animales y plantas, en el agua del grifo y en el agua embotellada”, señaló Castillo en un comunicado de prensa de la universidad. “Parecen estar en todas partes”. Para ver qué sucede después de que se comen estas diminutas partículas de plástico, Castillo y sus colegas alimentaron a ratones de laboratorio con una cantidad de microplásticos equivalente a lo que los humanos ingieren semanalmente.
Después de un mes, los investigadores descubrieron que los microplásticos habían salido del intestino y habían llegado a los tejidos del hígado, el riñón y el cerebro. La acumulación en ratones en tan poco tiempo tiene implicaciones nefastas para los humanos, dijo Castillo, aunque la investigación con animales no siempre funciona en humanos.
Aun así, “estos ratones estuvieron expuestos durante cuatro semanas”, dijo Castillo. “Ahora, piensen en cómo eso equivale a los humanos, si estamos expuestos desde el nacimiento hasta la vejez”. A Castillo también le preocupa que los microplásticos puedan estar exacerbando los problemas de salud de los humanos, según investigaciones anteriores que han demostrado que las partículas pueden causar inflamación y alterar el metabolismo celular.
Ese aumento de la inflamación podría empeorar afecciones gastrointestinales como la colitis ulcerosa y la enfermedad de Crohn, dijo Castillo. El siguiente paso en la investigación será ver cómo la dieta afecta la absorción de microplásticos, afirmó Castillo. ”La dieta de cada persona es diferente. Entonces, lo que vamos a hacer es darles a estos animales de laboratorio una dieta alta en colesterol y grasas o una dieta alta en fibra, y estarán expuestos o no expuestos a los microplásticos”.
También se planea investigar cómo los microplásticos cambian las bacterias naturales del intestino, dijo Castillo. ”Al final del día, la investigación que estamos tratando de hacer tiene como objetivo averiguar cómo esto está afectando la salud intestinal”, agregó.
”La investigación sigue demostrando la importancia de la salud intestinal. Si no tienes un intestino sano, afecta al cerebro, afecta al hígado y a muchos otros tejidos. Entonces, incluso imaginando que los microplásticos están haciendo algo en el intestino, esa exposición crónica podría conducir a efectos sistémicos”, concluyó el investigador.
Más información: La Facultad de Medicina de Yale ofrece más información sobre los microplásticos.
FUENTE: Universidad de Nuevo México, comunicado de prensa, 15 de abril de 2024
* Dennis Thompson. HealthDay Reporters ©The New York Times 2024