Los ingresos perdieron contra la inflación y aumentó la desigualdad en la Ciudad de Buenos Aires
En el marco de reducción de las tasas de actividad y empleo, los ingresos cayeron frente a la inflación en la Ciudad de Buenos Aires.
Según el informe de la Dirección de Estadística y Censos porteña (DGESYC), el ingreso total familiar promedio se ubica en $843.445, lo que representa una suba del 196,8% interanual. La inflación en la Ciudad avanzó 263,8% en el mismo período.
Aunque el ingreso es 3,3% superior al valor de la canasta total para un hogar compuesto por una pareja de varón y mujer de 35 años, económicamente activos y propietarios de la vivienda con dos niños varones de 6 y 9 años, en relación al primer trimestre de 2023, la capacidad de compra del ingreso total familiar respecto a la canasta disminuyó.
Hay que mencionar que en el primer trimestre la tasa de desocupación en la Ciudad de Buenos Aires aumentó al 7,5%, mientras que un año atrás era de 6,4%. Mientras tanto, la tasa bruta de empleo se ubica en 50,2%, 1,4 puntos porcentuales por debajo del mismo indicador un año atrás. En lo que respecta a la tasa bruta de actividad, esta es de 54,2%, 1 punto porcentual por debajo de la marca del mismo trimestre del año anterior.
Por su parte, el ingreso per cápita familiar de los hogares promedia los $436.149, un 186,9% por encima del registrado en el mismo trimestre de 2023 pero también muy por debajo de la inflación.
Por zona, en los hogares del Norte de la Ciudad este ingreso se ubica en $600.077, en tanto que en el Centro es de $417.814 y en el Sur de $294.446 (representando subas del 200,9%, 175,6% y 213,9%, respectivamente) (C.2). Los hogares del Norte, además de contar con mejores ingresos individuales, tienen menos integrantes en promedio, por lo que presentan un ingreso per cápita familiar más alto, que equivale a más de dos veces el del Sur.
El 30% de los hogares de menores ingresos per cápita concentran el 36,8% de las personas pero sólo el 12,2% de la suma de ingresos. Al mismo tiempo, los que se ubican en el 30% superior involucran al 22,8% de los residentes y más de la mitad de la masa de ingresos (53,2%)”, precisó el la DGESYC.
Por su parte, los ingresos individuales, provenientes de fuentes laborales y no laborales, alcanzan los $526.482, con un incremento interanual del 198,3%, cercano al de los ingresos totales familiares. En la zona Norte, el aumento fue de 211,7%, en el Centro de 190,1% y en el Sur de 205,7%.
Cabe destacar que los ingresos laborales se expanden por encima de los ingresos no laborales (206,4% y 183,2% respectivamente).
En tanto, los ingresos de la ocupación principal ascendieron a $510.758 en el primer trimestre, lo que marca un crecimiento interanual del 209,4%. Por género, la mitad de los trabajadores varones ganan menos de $400.000 y la mitad de las mujeres, menos de $380.000.
La desigualdad de ingresos es bastante notoria: el 10% de los ocupados con menores ingresos percibe menos de $130.000 en su ocupación principal. En contraste, el 10% de quienes tienen mejores ingresos, supera $1.000.000. En promedio, el último decil gana más de 21 veces lo que gana el primero.
En lo que respecta a la población asalariada, sus ingresos alcanzan en promedio los $523.070, marcando un crecimiento interanual de 212,4%. En tanto, los trabajadores por cuenta propia perciben $365.927, con una dinámica interanual (155,3%) que queda muy por debajo de la correspondiente a los precios (263,8%).
Dentro de los ingresos no laborales, las jubilaciones y pensiones son las que mayor pérdida de poder adquisitivo tienen en el último año, con una variación de 154,8%.
En lo que respecta a la distribución de los ingresos hay un deterioro en las mediciones tanto sobre las personas como sobre los hogares.