Descubre cómo mantener fresco el interior de tu carro en verano
Enfrentarse al calor dentro de un carro es una tarea complicada y el mejor aliado es el aire acondicionado. Sin embargo, hay que saberlo usar para que sea efectivo y no afectar la batería del vehículo en caso de ir en carretera en un viaje largo.
El calor extremo puede causar estragos en nuestro vehículo. Antes de emprender cualquier viaje, es crucial asegurarse de que el auto esté en perfectas condiciones. Esto incluye una revisión exhaustiva del sistema de aire acondicionado, por lo que un mantenimiento adecuado puede prevenir problemas mecánicos que afecten la funcionalidad del aire acondicionado.
Medidas preventivas para mantener el coche fresco
Uno de los primeros pasos para combatir el calor es evitar que el interior del coche se convierta en un foco de calor. Al estacionar, intenta encontrar una sombra cercana. Caminar unos metros más puede ahorrarte varios grados de temperatura dentro del coche.
Además, es útil prever hacia dónde se moverá la sombra en las próximas horas. A veces, dejar el coche al sol inicialmente puede ser beneficioso si sabemos que la sombra lo cubrirá durante las horas más calurosas del día.
El uso de parasoles es otra medida simple pero efectiva. Aunque no serán la solución definitiva, ayudan a mantener el interior del coche ligeramente más fresco y evitan que el volante y la palanca de cambios alcancen temperaturas extremas, lo que podría dificultar su manejo y reducir la seguridad a bordo.
Métodos para enfriar el coche antes de iniciar la marcha
Antes de encender el motor y poner en marcha el aire acondicionado, es recomendable abrir todas las puertas del coche durante unos minutos. Esto permite que parte del calor acumulado escape. Un truco efectivo es bajar la ventanilla del copiloto y abanicar el coche con la puerta del conductor, generando una corriente de aire que refrescará el habitáculo más rápidamente.
Para evitar el chorro inicial de aire caliente en la cara, podemos poner el aire acondicionado a funcionar suavemente mientras esperamos. Esto no solo previene sobrecargas en el sistema, sino que también ayuda a enfriar el aire que se expulsará cuando iniciemos la marcha.
Optimización del uso del aire acondicionado en marcha
Una vez en el coche y en movimiento, es importante usar el aire acondicionado de manera eficiente. Al principio, es aconsejable circular con las ventanillas bajadas para que entre aire fresco. Conforme aumentemos la velocidad, subiremos las ventanillas y aumentaremos gradualmente las revoluciones del ventilador. De esta forma, el habitáculo se aclimatará a una temperatura agradable en poco tiempo.
La temperatura ideal dentro del coche debe situarse en torno a los 22 grados. Mantener esta temperatura ayuda a evitar constipados y otros problemas de salud asociados con el aire frío. Además, es preferible no dirigir el aire frío directamente a la cara y el cuello, ya que esto puede causar molestias. Dirigir el flujo de aire hacia el techo es una buena práctica, ya que el aire frío, al ser más pesado que el caliente, descenderá y enfriará el interior del coche más eficientemente.
Otra técnica útil es aprovechar la recirculación del aire una vez que el habitáculo ya esté frío. Este modo permite que el aire acondicionado utilice el aire ya enfriado dentro del coche en lugar de tomar el aire caliente del exterior, lo que puede reducir la temperatura más rápidamente.
Sin embargo, es importante no mantener la recirculación activada por más de diez minutos para evitar que el aire se vuelva enrarecido, lo que puede causar somnolencia al volante. Algunos coches tienen la función de recirculación programada para desactivarse automáticamente, pero si no es el caso, debemos usarla con precaución.
Riesgos asociados al mal uso del aire acondicionado
El uso incorrecto del aire acondicionado puede perjudicial para nuestra salud y seguridad. Un riesgo común es la somnolencia provocada por el aire enrarecido debido a la recirculación prolongada. Para evitarlo, es crucial limitar el uso de la recirculación y asegurarse de ventilar el coche adecuadamente.
Además, dirigir el aire frío directamente al rostro puede provocar sequedad ocular y molestias respiratorias. Es mejor orientar las rejillas de ventilación hacia el techo o las ventanas para distribuir el aire de manera más uniforme.
Finalmente, es importante recordar que, aunque el aire acondicionado puede ser un aliado valioso contra el calor, también debemos ser conscientes del consumo de combustible. El aire acondicionado incrementa el consumo de gasolina, especialmente en viajes largos. Mantener una velocidad constante y moderada puede ayudar a optimizar el uso del aire acondicionado y reducir el consumo de combustible.