Cómo salir del sedentarismo con una rutina que mejore la salud física y el estado de ánimo
Si usted es una persona activa que hace actividad física, va a tener los siguientes beneficios.
- Buena función cardiovascular
- Buen peso corporal
- Buen desarrollo muscular
- Buen desarrollo de los huesos
Y si eso fuera poco, se va a sentir bien, con ganas, con expectativa, con energía y con ánimo.
Entonces, cuánto hay para salir del sedentarismo. ¿Y cómo salgo del sedentarismo, doctor? Tiene que salir porque lo que no se mueve se oxida. Tiene que salir de la zona de confort. La verdad es esa.
¿Qué tiene que hacer antes de comenzar? Si hace mucho que no hace actividad física o tiene alguna enfermedad de algún tipo, consulte al médico para ver si está en condiciones, qué tiene que hacer y qué tipo de ejercicio.
Después, recomendaciones generales: empiece de a poquito, no se apure, no corra. Si no hacía nada, con que se mueva un poco más ya le está cambiando la vida. Si no caminaba, no me movía, ¿por qué no camina 15 minutos, dos veces por semana? O 20 minutos, dos veces por semana. 20 minutos, tres veces por semana. Le cambia la vida.
Lo ideal es caminar a paso rápido 45 minutos, no más que eso ¿Cuántas veces por semana? Día por medio. Cuando saque la cuenta va a estar caminando más de 150 minutos semanales.
Si es acompañado, si quiere, mejor. Entonces uno lo empuja emocionalmente al otro. Cuando uno está medio caído, el otro le dice dale, vamos.
Es importantísimo elongar. Antes de empezar con la caminata, toma un vaso de agua para hidratarse, después elonga, un poquito, después sale a caminar a paso normal. A los 100 metros, aumenta la velocidad, sin dejar de caminar, tiene que ir caminando. ¿Cuándo se deja de caminar? Cuando los dos pies están en el aire. Tiene que ir caminando, pero a paso rápido.
Ahora la pregunta recurrente es, ¿cuánto es paso rápido? Muy fácil. Cuando ve caminando a alguien adelante de usted, páselo. No más que eso. ¿Cuál es su velocidad máxima de caminata? La velocidad a la cual mientras esté caminando puede cantar o hablar con el de al lado, quiere decir que le sobra aire. Camine a esa velocidad 45 minutos, sin parar. Si llega a la esquina y pasan autos, obviamente no va a cruzar, pero ahí se queda trotando en ese lugar y después cruza.
No tiene que parar nunca. El ejercicio es continuo. Después vuelve a casa, los últimos 100 metros va más despacio y se terminó el ejercicio. Toma un vaso de agua y le cambió la vida.
Un poquito de pila le tiene que poner, pero los beneficios son inmensos. Físicos, se lo puedo decir como médico, pero usted lo va a sentir en la emoción, en las ganas de vivir, en la energía.
Mire, el médico del Correo de Londres decía, hace muchos años, que hizo una observación clínica muy simple. Él se dio cuenta de que los carteros iban a los velorios de los administrativos. Más clarito, agua: el que camina vive más y vive mejor.
Es por eso que hacer actividad física puede cambiar la vida. No solamente porque puede vivir más tiempo, sino porque lo importante es vivir bien.
Espero que haya resultado de interés y utilidad.
* El doctor Daniel López Rosetti es médico (MN 62540) de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires (UBA). Presidente de la Sección de Estrés de la World Federation for Mental Health (WFMH). Y es autor de libros como: “Emoción y sentimientos” (Ed. Planeta, 2017), “Equilibrio. Cómo pensamos, cómo sentimos, cómo decidimos. Manual del usuario.” (Ed. Planeta, 2019), entre otros.