Razones más comunes por las que una persona puede perder la voz
La afonía es la pérdida total de la voz, lo que impide que una persona pueda comunicarse verbalmente. Se diferencia de la disfonía, que es la pérdida parcial de la voz o la alteración de la calidad vocal. Ambas condiciones afectan a las cuerdas vocales, que son fundamentales para la producción de sonido y la comunicación.
Razones por las que podemos quedarnos afónicos
Existen varias causas por las que una persona puede perder la voz temporal o permanentemente:
- Forzar la voz: Hablar o gritar en exceso puede inflamar y dañar las cuerdas vocales.
- Infecciones en la garganta: Enfermedades como el resfriado, laringitis o gripe pueden provocar afonía.
- Tos o carraspera constante: Irritar las cuerdas vocales de manera continua.
- Reacciones alérgicas: Alérgenos como el polen o el polvo pueden provocar inflamación.
- Exposición al aire acondicionado: El cambio brusco de temperatura y la sequedad del aire pueden afectar la voz.
- Respirar por la boca: Puede resecarlas cuerdas vocales.
- Nódulos o pólipos en las cuerdas vocales: Lesiones que necesitan tratamiento médico.
- Reflujo gastroesofágico: Ácido estomacal puede irritar las cuerdas vocales.
Síntomas de la afonía
Los síntomas más comunes cuando una persona se queda afónica incluyen:
- Pérdida total de la voz
- Dificultad para hablar en voz alta
- Cansancio al hablar
- Voz áspera, entrecortada o forzada
- Hormigueo o dolor en la garganta
Tratamientos y recomendaciones para recuperar la voz
- Descanso vocal: Lo más importante es reposar las cuerdas vocales el mayor tiempo posible, evitando hablar, susurrar o carraspear.
- Hidratarse adecuadamente: Beber mucha agua a temperatura ambiente para mantener la garganta hidratada.
- Protección de la garganta: Usar una bufanda o pañuelo en ambientes fríos o secos para evitar cambios bruscos de temperatura.
- Cuidar la alimentación: Evitar alimentos y bebidas que puedan irritar la garganta como el café, alcohol, tabaco y comidas picantes.
- Ejercicios de estiramiento de cuerdas vocales: Estirar la lengua hacia afuera, sujetándola con un pañuelo limpio y moviéndola ligeramente en todas las direcciones.
- Remedios caseros: Mezclar aceite de oliva, miel y limón y tomar una cucharada varias veces al día. También se pueden hacer gárgaras de agua con sal o bicarbonato sódico.
- Infusiones: Ingerir infusiones de jengibre con miel y limón para reducir la irritación.
- Vahos con manzanilla y tomillo: Respirar el vapor de estas plantas para desinflamar la garganta.
- Pastillas de miel y limón: Usar pastillas específicas para suavizar la garganta y combatir bacterias.
- Evitar el uso de la voz en ambientes ruidosos: Espacios con mucho ruido obligan a forzar la voz, lo cual empeora la condición.
Cuándo acudir al médico
Aunque la afonía suele resolverse en unos días con reposo y cuidados adecuados, hay ocasiones en las que es necesario consultar a un especialista:
- Persistencia de los síntomas: Si la afonía dura más de tres días.
- Dolor severo o dificultad significativa al hablar.
- Existencia de nódulos, pólipos o parálisis de cuerdas vocales: Un otorrinolaringólogo puede realizar pruebas como la laringoscopia para determinar el estado del aparato fonador y el tratamiento necesario.
Para una evaluación precisa y tratamiento adecuado, es fundamental acudir a un profesional de la voz. Un diagnóstico temprano puede evitar que la afonía se convierta en un problema crónico.
Con estas recomendaciones y cuidados, es posible recuperar la voz y mantener la salud vocal, evitando situaciones que puedan dañarla de nuevo.