Economía

Tras el magro resultado en alargar vencimientos de la deuda con los bancos, el mercado hizo subir al dólar financiero

FOTO DE ARCHIVO. Un operador se sienta frente a las pantallas en la bolsa. REUTERS/Ralph Orlowski (Ralph Orlowski/)

Después del cierre de los mercados, la realidad golpeó al Banco Central la reconversión de BONCER estuvo lejos de ser aceptable. El sistema era para los bancos que habían aceptado entregar al Central sus put (seguros que permitía vender bonos del Tesoro a Central al precio a la par antes del vencimiento).

La oferta no llamó la atención porque el Central invitó a las entidades a canjear bonos cortos que ajustan por CER, por otros que vencían entre 2025 y 2028. Para las entidades fue una sorpresa que le pidieran, una vez que se deshicieron de los put que eran una amenaza para el Central porque representaban una amenaza latente de emisión si los bancos decidían a deshacerse de los bonos antes de sus vencimientos.

De hecho, el Banco Macro tiempo antes ejerció puts por $1,8 billones y despertó la ira de Javier Milei que lo acusó de querer provocar una corrida cuando, en realidad, la entidad estaba defendiendo el interés de sus ahorristas que no querían saber nada con estos bonos que venían bajando de precio por la reducción de la inflación.

Lo cierto es que tuvo que salir el ministro de Economía, Luis Caputo, a calmar la situación porque las palabras de Milei ponían en peligro la seguridad jurídica del sistema al crucificar a quienes ejercieran su derecho de venta cuando les faltaba liquidez. Fue así que, para enmendar la situación, se bajó la tasa de pases activos, la que pagan los bancos cuando le piden dinero al Central porque están momentáneamente descalzados entre préstamos y depósitos.

Ahora intentaron alargar el vencimiento de los bonos CER que están en poder de los bancos que se deshicieron de los put, pero en vez de ofrecerles un instrumento de deuda del Tesoro de corto plazo, que es lo que quieren las entidades para no estar tan expuestos, le ofrecieron bonos que vencen entre 2025 y 2028.

El resultado fue un revés que, si bien no fue contundente, no era el esperado por el Central. El 26% de la cartera de los bancos que vendieron puts participó de la reconversión y permitió una extensión de la vida promedio de la deuda del Tesoro de 0,86 años, con una reducción de los títulos con cupones de 1,06% a 0%. El total de ofertas habla por sí mismo: 50.

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Según el analista financiero Christian Buteler “fue escasa la adhesión y era algo esperable. De antemano se sabía que a los bancos los habían dejado con dos problemas: la sobre exposición a la deuda del Tesoro y el descalce entre sus depósitos que tienen un promedio de 35 días y la colocación de estos títulos que eran a un año y medio. Para solucionar ese problema les dieron los put. Cuando devolvieron los put, todos pensábamos que el canje iba a intentar solucionar eso. Tal vez no la sobre exposición, pero sí bajar el descalce con bonos más cortos. Pero cuando veías lo que les estaban ofreciendo, les estabas alargando la duration (plazo). Cuando ves que hubo una adhesión de 26% te das cuenta de que es una de las peores licitaciones que hizo este Gobierno desde que asumió”.

En la misma línea se expresó el analista y especialista en agronegocios, Salvador Vitelli: “El canje me pareció raro porque era para alargar duration cuando ya no estaban los put. Esta operación origina más volatilidad, cambio de tasas y mayores pérdidas potenciales. El resultado no fue bueno y se orientó a la liquidez y a concentrar vencimientos en pocos instrumentos, pero tiene lógica porque el upside, la ganancia que tiene contra el mercado, es muy discreta”.

En tanto, en la plaza cambiaria cambió la tendencia. La rueda fue muy volátil con una intervención sostenida del Gobierno ante la aparición de compradores y la menor liquidación de exportadores. El volumen negociado en el contado inmediato y 48 horas del bono AL30D, mide la fuerte aparición del Central en el mercado.

A pesar de esta intervención, el MEP subió $6,81 (+0,5%) a $1.300,14 y el contado con liquidación (CCL) $17,14 (+1,4%) a $1.302,24.

El dólar “blue” también aumentó e hizo más tentador al “puré” (vender dólar libre y con los pesos comprar el MEP a valores inferiores). El resultado fue una suba del “blue” de $10 a $1,380 que interrumpió 5 ruedas consecutivas de baja.

El canje, la diferencia entre el MEP y el CCL, fue de 1%; es decir salía más barato el llamado “dólar fuga” que el MEP. Según el trader Nicolás Cappella esto se debió a “las ventas de empresas para pagar impuestos, pero no hay quien venda MEP”.

En el Mercado Libre de Cambios (MLC) se negociaron USD 383 millones y el Banco Central pudo comprar USD 145 millones. Las reservas subieron 666 millones a USD 27.015 millones, una cifra que puede durar poco porque hay que pagar más de USD 700 millones al FMI.

El informe de la consultora F2 de Andrés Reschini, marcó la influencia de Estados Unidos. “La rueda norteamericana dejó índices referentes a renta variable teñidos de rojo luego de que los datos conocidos hoy (por ayer) sembraran dudas sobre las perspectivas económicas. De esta manera, los rendimientos de bonos del Tesoro de EU siguieron derritiéndose y las apuestas por el oro volvieron a dejar subas en la cotización del metal. La soja, por su parte, sigue en caída ante mejores perspectivas climáticas y es un factor que no ayuda. Las monedas de la región atravesaron otra rueda de debilitamiento y lo mismo sucedió con el índice de deuda para emergentes”.

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Sobre la suba de reservas indica que “es cierto que el saldo en MLC fue comprador y que el oro terminó al alza, pero también responde a un comportamiento que ya es habitual para los fines e inicio de mes en la posición de efectivo mínimo de los bancos. Esta suele caer en la última rueda del mes e incrementarse en la siguiente y, aunque no contamos aún con el dato oficial por la rueda de hoy (por la de ayer), es altamente probable que haya habido un incremento en este concepto precedido de una caída en la rueda anterior, como podemos notar desde, al menos, marzo hasta esta parte”.

Los bonos soberanos no pudieron sostener la euforia de la rueda anterior. El entusiasmo también decayó en Estados Unidos y en Brasil donde el real se devaluó 1% frente al dólar.

Los bonos de referencia como el AL30D perdieron 3,46% y el GD30, 1,76%. Otro título que siempre es buscado, el GD35, cedió 2,33%. El resultado fue un aumento importante del riesgo país que subió 43 unidades (+2,7%) a 1.550 puntos básicos.

Entre los bonos del Tesoro siguió la demanda por las LECAP. Los inversores eligen este bono de tasa fija porque ven que a futuro vence a la inflación que, para julio, se calcula cerca de 3,5%.

El trader Adrián Wibly destacó que “tuvimos una demanda récord de volumen operado en LECAP con $216.440 millones con subas de entre 0,10% y 0,35%. Las tasas ahora están en un valor muy abajo de las tasas licitadas el miércoles pasado”. Los CER y los bonos atados a la devaluación (dollar linked) siguieron en baja.

La Bolsa también se desinfló, pero con un fuerte volumen de negocios de $29 mil millones. El Merval de las acciones líderes subió 1,2% en pesos y cayó 2,1% en dólares. Lo más destacado fue el alza de Aluar con 3,55%. El resto de los papeles mezcló leves alzas con leves bajas.

Los ADR -certificado de tenencia de acciones argentinas que cotizan en las Bolsas de Nueva York- tuvieron una rueda absolutamente negativa. Las mayores caídas fueron las de Ternium (-9,6%) y Despegar (-7,7%).

El mercado no logra afirmarse y la rueda de ayer dejó preocupaciones en los inversores que ya no se cuidan de las intervenciones del Banco Central sobre el dólar.

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