Cuál es la presión arterial normal y por qué no se controla bien la hipertensión en América Latina
La presión arterial alta, la enfermedad conocida como hipertensión, no es una alteración menor. Sin tratamiento, ese trastorno aumenta significativamente el riesgo de que la persona afectada sufra un infarto del corazón o un ataque cerebrovascular, quede con secuelas o que muera. Además la hipertensión es un factor de riesgo de enfermedad renal crónica.
Un nuevo estudio realizado por investigadores de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) reveló cuáles son los obstáculos que hacen que muchas personas afectadas por hipertensión en América Latina y el Caribe no accedan a los medicamentos adecuados y de manera oportuna.
El trabajo fue publicado en la revista Journal of Pharmaceutical Policy and Practice. Los investigadores liderados por Chistopher Lim junto con el argentino Andrés Rosende, entre otros, encontraron que hay múltiples barreras.
Qué es la hipertensión arterial
Se habla de hipertensión cuando la presión de la sangre ejercida sobre los vasos sanguíneos es demasiado alta (de 14/9 o más). Lo ideal es tener la presión arterial por debajo de 12/8.
Un valor aislado de presión arterial que sea superior a 14/9 en reposo no es suficiente para diagnóstico de hipertensión arterial. Se necesitan más registros de la presión arterial dentro de los próximos 15 días, según la Sociedad Argentina de Hipertensión.
El control de la presión arterial implica el cumplimiento del tratamiento que está basado en tres pilares: dieta con poca sal y control del sobrepeso, la actividad física aeróbica regular y la toma de la medicación, sin olvidos ni abandonos.
Qué hallazgos se hicieron a partir del estudio
Los tratamientos actuales basados en combinaciones de dos medicamentos en una sola píldora (de dosis-fijas) permitirían controlar la presión arterial en más del 90% de los pacientes. Sin embargo, a nivel mundial esa cifra apenas supera el 20%, según el último Reporte Global sobre Hipertensión de la OMS.
En el nuevo estudio se mencionaron algunas barreras en el acceso a los fármacos. Una de ellas es que en la lista de medicamentos esenciales de los países de la región, aún se incluyen medicamentos que ya se consideran desactualizados para tratar la hipertensión y se carece de combinaciones de dosis-fija, que ayudan a que las personas adhieran más a las terapias.
Las autorizaciones de comercialización de esos medicamentos son “limitadas”, y hay dinámicas variadas en la adquisición pública con múltiples organismos comprando. Esta situación genera precios heterogéneos de los medicamentos.
Al ser consultado por Infobae, el doctor Lim contó que identificaron “disparidades sustanciales en la inclusión de medicamentos antihipertensivos recomendados en las Listas Nacionales de Medicamentos Esenciales”. En particular, se detectó “una disponibilidad limitada de combinaciones de dosis fijas, que son cruciales para el manejo eficaz de la hipertensión”.
La investigación también encontró que hay “procesos de adquisición fragmentados, los precios inconsistentes y la falta de transparencia en la disponibilidad de medicamentos, que en conjunto obstaculizan la accesibilidad y asequibilidad de estos tratamientos esenciales”, dijo Lim.
“La inclusión subóptima de medicamentos esenciales y la desalineación con las directrices de práctica basadas en la evidencia pueden dar lugar a resultados inadecuados para los pacientes e ineficiencias en la atención sanitaria”, afirmaron los autores del estudio, tras hacer una evaluación sobre la disponibilidad de medicamentos antihipertensivos de 22 países, incluyendo México y la Argentina.
Qué soluciones hay para enfrentar la hipertensión en América Latina
Los investigadores recomendaron que se deben hacer intervenciones de los gobiernos, mejorar la rendición de cuentas y que se alienten las acciones de las organizaciones de la sociedad civil, como claves para abordar las barreras de acceso a los medicamentos antihipertensivos.
También sugirieron actualizar las listas nacionales de medicamentos esenciales y, en consecuencia, de los protocolos clínicos, mediante la incorporación de los medicamentos recomendados por la OMS, tanto como agentes únicos de acción prolongada como las combinaciones de dosis fija. Además, se deberían centralizar las compras públicas y simplificar los procesos de registro de combinaciones de dosis-fijas para mejorar la oferta en el mercado y contribuir a bajar los precios.
Para Analía Aquieri, médica cardióloga, especialista en hipertensión arterial del Hospital de Clínicas “José de San Martín” de la Universidad de Buenos Aires y directora del Consejo Argentino de Hipertensión Arterial de la Sociedad Argentina de Cardiología (SAC), “la prevalencia de la hipertensión sigue en aumento como los casos de pacientes con diagnóstico sin la presión controlada. Esta falta de control tiene distintas aristas. Una parte es responsabilidad del paciente por la falta de adherencia al tratamiento y a los controles médicos. Pero también la responsabilidad recae en los médicos, por no llegar correctamente al diagnóstico, no asesorar correctamente de cómo tomar la medicación y los cuidados y no utilizar las combinaciones de fármacos correctos”.
Los costos de los fármacos antihipertensivos son elevados, subrayó la experta, que no participó en el estudio: “En la mayoría de los pacientes, la hipertensión se acompaña de diabetes y colesterol alto, que también requieren tratamientos costosos. El Programa HEARTS de la OPS propone el uso de dos fármacos a dosis bajas para iniciar el tratamiento (menos costoso y de duración más prolongada) para mejorar adherencia por parte del paciente y facilitar el acceso a la medicación. Debería implementarse ampliamente en la región de América Latina”.
En diálogo con Infobae, Nicolás Renna, investigador del Conicet en Mendoza y presidente de la Sociedad Argentina de Hipertensión (SAHA), opinó sobre los resultados del trabajo en América Latina y el Caribe: “Es un estudio muy interesante. Generalmente, los fármacos que se recomiendan, según la evidencia científica hoy por sus beneficios, no están en la lista de medicamentos esenciales de los sistemas de salud en la región”.
Esa discrepancia hace -de acuerdo con el doctor Renna- “que no todos los pacientes accedan de manera oportuna a los fármacos recomendados hoy por la OMS, como las combinaciones a dosis-fija. Entonces, eso hace que algunos pacientes pierdan tiempo en controlar la presión arterial alta”.
En tanto, tras leer el estudio, Marcos Marín, coordinador de la sección Hipertensión Arterial del Servicio de Clínica Médica del Hospital Italiano San Justo y ex presidente de la SAHA, también afirmó que el estudio confirmó que “efectivamente hay una gran cantidad de hipertensos que no lo saben. Muchos lo saben, pero no tienen acceso a la medicación. Los medicamentos están caros y hay otras prioridades”.
Desde las sociedades médicas -mencionó Marín- “se viene pidiendo que se incluyan más drogas en la lista de medicamentos esenciales e inclusive las combinaciones de drogas en un solo comprimido”.