Expertos analizaron 100 estudios y elaboraron 4 consejos para ayudar a tus hijos a usar bien las pantallas
Hoy en día, es habitual que los niños utilicen dispositivos móviles incluso desde edades muy tempranas. Muchos padres recurren a estas herramientas como una solución práctica para apaciguar a sus hijos o mantenerlos entretenidos mientras ellos se dedican a otras actividades. No obstante, este recurso, que en apariencia parece inofensivo, podría estar impactando el desarrollo emocional de los niños de formas que apenas estamos empezando a entender.
En Australia, una encuesta nacional de febrero de 2021 realizada por el Royal Children’s Hospital de Melbourne destacó que la exposición a pantallas es la mayor preocupación de salud de los padres para sus hijos. Sin embargo, a pesar de la prominencia de las pantallas en la vida cotidiana, los padres a menudo se sienten culpables por su uso.
Las directrices sobre el uso de pantallas para niños pueden ser confusas. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que los niños de dos a cinco años no pasen más de una hora por día frente a las pantallas, y que los menores de dos años no sean expuestos a pantallas en absoluto. Contrariamente, el Royal College of Paediatrics and Child Health del Reino Unido indica que es “imposible dar directrices nacionales completas o límites”, ya que los efectos de las pantallas dependen mucho del contexto y la evidencia es incierta.
Un equipo de investigadores reunió toda la evidencia disponible sobre el contexto del uso de pantallas para evaluar su influencia en el desarrollo cognitivo, social y emocional de los niños desde el nacimiento hasta los cinco años. Esta investigación, publicada en JAMA Pediatrics, analizó 100 estudios que involucraron a más de 176.000 niños y sus familias en 30 países como Estados Unidos, Reino Unido, China, Canadá, Japón y Australia.
Los investigadores identificaron cuatro formas basadas en la investigación mediante las cuales los padres pueden ayudar a sus hijos a utilizar las pantallas de manera saludable.
Hacer del tiempo de pantalla un tiempo compartido
Los estudios muestran que cuando los niños y los cuidadores usan pantallas juntos (conocido como co-visualización o co-uso), esto beneficia las habilidades cognitivas, especialmente las de lenguaje, como el número de palabras que los niños conocen y sus habilidades de comunicación social. Ver juntos permite conversar sobre el contenido, ayudar a los niños a entender lo que están viendo y relacionarlo con el mundo real.
Elegir contenido adecuado para la edad que fomente el juego
No todo el tiempo frente a la pantalla es negativo, pero es crucial considerar el contenido y su potencial influencia en el desarrollo y el comportamiento del niño. Los estudios sugieren una relación entre ver contenido inapropiado para la edad y habilidades sociales pobres. Es importante optar por experiencias de pantalla de calidad que promuevan el aprendizaje y desarrollo, que estimulen la creatividad y el juego imaginativo.
No dejar que las pantallas interfieran en las interacciones padres-hijos
La tecnología móvil permite a los niños usar pantallas en cualquier lugar y momento, al igual que a los padres. Sin embargo, el uso de pantallas por parte de los padres puede perjudicar las conversaciones y conexiones con sus hijos. Los estudios indican que los niños tienen mejores habilidades sociales y capacidad para regular sus emociones cuando los padres evitan el uso de pantallas durante interacciones y rutinas familiares como las comidas.
Evitar tener la televisión encendida de fondo
Aunque puede parecer inofensivo, tener la televisión de fondo puede distraer a los niños de jugar y aprender. La investigación revela que los niños muestran mejores habilidades de pensamiento y lenguaje cuando hay menos televisión de fondo en el hogar, ya que esto favorece las interacciones y conversaciones entre padres e hijos.
Mientras que el tiempo frente a la pantalla sigue siendo una preocupación importante para los padres australianos, estos estudios proporcionan guías basadas en investigaciones para un uso más saludable de las pantallas en los niños pequeños.