Qué es el norovirus que afectó a 180 estudiantes en Bariloche y cuáles son los síntomas
Un brote de norovirus afectó a más de 180 estudiantes en San Carlos de Bariloche, Río Negro, en las últimas semanas de julio. El doctor Rodrigo Bustamante, del área de epidemiología del Hospital Regional de dicha ciudad, confirmó el brote después de que las familias de los egresados reportaran síntomas de enfermedad gastrointestinal.
Aunque no se registraron casos de gravedad, las autoridades sanitarias de la provincia informaron que se enviaron muestras del virus al Instituto Malbrán para su análisis. El gobierno de Río Negro está investigando el origen del contagio y se han implementado medidas de higiene en los establecimientos hoteleros.
Hasta la fecha, se reportaron 181 casos de gastroenteritis entre los 1.500 estudiantes que se alojaron en un mismo hotel de Bariloche, según informó El Cordillerano. La mayoría de los casos se registraron en la tercera semana de julio, pero se pudo controlar gracias a la prevención con medidas de limpieza y desinfección. “Actualmente, solo hay dos casos activos, ambos con evolución favorable”, indicó el diario rionegrino.
¿Qué es el norovirus?
El norovirus es un virus muy contagioso que provoca vómitos, diarrea y es la causa más habitual de gastroenteritis, tanto esporádica como epidémica, a nivel mundial. Las formas más graves de la enfermedad suelen afectar a niños menores de 5 años, adultos mayores de 65 años y personas con sistemas inmunológicos debilitados.
Las autoridades sanitarias de Río Negro, ya habían advertido en otro brote del virus ocurrido en 2019, que al norovirus también se lo conoce como el “virus de los cruceros” pero no se limita a ese entorno y puede propagarse en comunidades “cerradas”, como hoteles, hospitales, hogares de ancianos, jardines maternales y refugios de montaña.
¿Cuáles son los síntomas del norovirus?
Según la Sociedad Argentina de Infectología, después de un período de incubación de 12 a 48 horas, los síntomas habituales del norovirus incluyen la aparición repentina de vómitos, dolor abdominal y diarrea acuosa. También pueden presentarse fiebre, dolores musculares, malestar general, dolor de cabeza y escalofríos.
Aunque vómitos y diarrea suelen ocurrir simultáneamente, uno de ellos puede estar ausente.
Entre los síntomas menos habituales se incluyen síndrome inflamatorio intestinal postinfeccioso, síntomas neurológicos, enterocolitis necrotizante, convulsiones y artritis postinfecciosa en niños. En adultos mayores, la enfermedad puede causar una diarrea más prolongada y una recuperación más lenta.
¿Cómo se contagia el norovirus?
El norovirus es un patógeno altamente contagioso que se transmite principalmente de persona a persona, ya sea mediante contacto directo fecal-oral, por la inhalación de partículas en el aire generadas durante el vómito, o por contacto indirecto con fómites o superficies contaminadas.
Además, es común la transmisión a través de alimentos, especialmente en productos como verduras de hoja verde, frutas frescas y mariscos. Cualquier alimento que se consuma crudo o se manipule después de haber sido cocinado puede quedar contaminado.
Si una persona con norovirus no se lava las manos después de ir al baño y luego toca el picaporte de una puerta o ventana, otras personas pueden infectarse al tocarla y luego llevarse las manos a la boca. Esto también puede ocurrir si la persona infectada estrecha la mano de alguien más o manipula alimentos. Además, alimentos como frutas y vegetales pueden contaminarse si se lavan o cultivan con agua contaminada.
¿Cómo se puede prevenir el norovirus?
“Respecto al norovirus y, en general, de cualquier otro virus, la mejor manera de prevenir enfermarse es no tocarse los ojos, la nariz o la boca sin haberse lavado las manos previamente”, señala el doctor Matthew Binnicker, director de Virología Clínica en Mayo Clinic. El norovirus es extremadamente contagioso, pero existen medidas para protegerse:
- Lavarse las manos de manera adecuada y frecuente
- Cocinar bien el pescado y lavar las frutas y verduras
- Limpiar y desinfectar superficies contaminadas
- Lavar la ropa con agua caliente
- Permanecer en casa si está enfermo, y durante 2 días (48 horas) después de que desaparezcan los síntomas
¿Qué hacer si me contagio de norovirus?
Los Centros de Prevención y Control de Enfermedades de los Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés), indican que si padece una infección por norovirus, es posible experimentar vómitos o diarrea de manera frecuente a lo largo del día, lo que puede llevar a una deshidratación significativa, especialmente en niños pequeños, personas mayores y aquellos con condiciones de salud preexistentes.
Los síntomas de deshidratación que deben vigilarse incluyen una disminución en la frecuencia de la micción, sequedad en la boca y la garganta, mareos al ponerse de pie, llanto con pocas o ninguna lágrima, y una somnolencia o inquietud inusual.
¿Cuánto tiempo dura el norovirus en el cuerpo?
En la mayoría de los casos, la infección es breve y se resuelve en 2 a 3 días. No obstante, el cuadro clínico es variado: un tercio de los infectados no presenta síntomas, mientras que aquellos con comorbilidades, personas mayores y pacientes inmunocomprometidos tienen mayor riesgo de desarrollar complicaciones graves.
Cuál es el tratamiento para el norovirus
La mayoría de las personas con infección por norovirus se recuperan en un período de 1 a 3 días. Actualmente, no existe un tratamiento específico para combatir el virus.
Es importante vigilar los signos de deshidratación en niños con norovirus, como llanto sin lágrimas y somnolencia o inquietud inusual. Para prevenir la deshidratación, se recomienda beber abundante líquido, especialmente durante episodios de vómitos y diarrea.
Las bebidas deportivas y otras opciones sin cafeína ni alcohol pueden ayudar en casos leves, aunque los líquidos de rehidratación oral son más efectivos. En casos de deshidratación grave, que pueden requerir tratamiento intravenoso en un hospital, se debe buscar atención médica de inmediato.
Los antibióticos no son efectivos contra el norovirus, ya que están diseñados para combatir bacterias, no virus.
