Pymes y grandes empresas: cuáles contribuyen más a la creación de empleo registrado
Primero fueron las estimaciones del FMI y más recientemente las del consenso del Relevamiento de Expectativas de Mercado del Banco Central, que comenzaron a observar una gradual salida de la larga recesión que afecta a la economía nacional, que ha permitido que lentamente comiencen a observarse señales de mejora de los ingresos reales del promedio de los trabajadores, en tanto se espera que empiece a reanimarse el mercado de oferta y demanda laboral, aunque en diferente magnitud e incidencia general por tipo de empleador.
Y el Ministerio de Capital Humano informó a comienzo de semana que “mayo presentó signos alentadores en la dinámica laboral del sector privado, con una desaceleración en la reducción del empleo y expectativas positivas para los próximos meses, mostrando una posible recuperación en el horizonte cercano”, aunque tanto respecto del inicio del gobierno de Javier Milei, como más aún en comparación con u año antes, prevaleció hasta junio una generalizada destrucción de puestos netos en la formalidad.
Al respecto, la estadística de asalariados promedio registrado por los empleadores que informan la nómina, aportes personales y contribuciones patronales al Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA), revela que la Argentina tiene las características de una gran pyme nacional, porque el promedio de 2018 a 2023 que surge de la estadísticas de la AFIP se ubicó entre un mínimo de 14,4 asalariados registrados y un máximo de 15,6 trabajadores en relación de dependencia, muy próximo a la media que se obtiene para el tramo de 11 a 25 empleados.
El segmento de “empleadores” con hasta dos asalariados registrados representó en el promedio del último año 36,6% del total
Sobre esa base se instaló la idea entre los analistas y dirigentes gremiales del rol relevante de las pequeñas y medianas empresas por sobre el resto de los emprendedores, y por tanto en la importancia de las regulaciones e incentivos destinadas a apuntalarlas.
Claramente, una primera lectura de los datos del total de “empleadores”, segmentado por cantidad de asalariados registrados, da cuenta de que el tramo dominante es el primero, con 73% del total en 2023 en el de hasta cinco asalariados declarados, seguido con 23,2% para la franja de 6 a 50 trabajadores en relación de dependencia; en contraste con apenas 3,9% del total el resto en esa condición informado al SIPA.
La serie oficial de datos no discrimina entre empleadores dedicados a la producción de bienes y servicios y los que se registran como administradores de consorcios con personal a cargo de cada edificio que gestiona, así como de los jefes de familia que se anotan en el Régimen Especial de Contrato de Trabajo para el Personal de Casas Particulares, para registrar a su personal, los cuales en conjunto representan más de la mitad de la estadística del SIPA.
Esas proporciones cambian sustancialmente -aunque con mínimos cambios en los seis años bajo análisis- cuando se analiza la contribución del tramo de empleadores con hasta dos asalariados al total ocupados registrados en relación de dependencia: 2,34% en el de una persona y otro 2,17% en el siguiente; en contraste con 20,6% del segmento de apenas 87 empresas con más de 5.000 trabajadores asalariados; 19,86% el de 101 a 500 empleados; y 10,24% en el de 501 a 1.500 personas, que desagrega el departamento de Estudios de la AFIP.
Al agregar los dos primeros tramos de empleadores por cantidad de asalariados registrados en el SIPA se obtiene que representaron en los últimos seis años una media de 54% del total; mientras que en términos de la contribución a la generación de puestos de trabajo esa relación se reduce a menos del 5% de los poco más de 8 millones de ocupados en relación de dependencia formalizados en las estadísticas de AFIP, con base Anses, para el agregado en el sector público y privado.
Los empleadores con más de dos asalariados registrados si bien representan menos de la mitad del total, adquieren una singular relevancia (91%) como creadores de puestos de trabajo
Por el contrario, los empleadores con más de dos asalariados registrados, si bien representan menos de la mitad del total, adquieren una singular relevancia como creadores de puestos de trabajo en relación de dependencia registrados, con 91%, los cuales no sólo son los más estables, sino también los mejores remunerados porque acceden a condiciones de contratación y de posibilidades de elevar la productividad media, en particular en los tramos de más de 50 personas.
También de la limitada estadística oficial surge que en la comparación de los poco más de los 534 mil empleadores registrados en la Argentina, el empleo asalariado se concentra en la franja de las medianas empresas, de 51 hasta 1.500, en primer término, y en la siguientes, grandes, y no sólo explican en conjunto más de dos tercios del total de asalariados formales, sino que, además, fueron los que sobresalieron con un crecimiento entre extremos en los seis años considerados con 5,3% y 2,7%, respectivamente, en contraste con los segmentos del primer tramo de empleadores y el segundo de pequeños emprendedores que acusaron sendas disminuciones de 6,3% y 1%, en cada caso, sucesivamente.
Del mismo modo que entre los extremos de los seis años analizados disminuyó la cantidad de empleadores con mínima dotación de personal, la estadística oficial también dio cuenta que en ese segmento se registraron recortes de la nómina, en claro contraste con las medianas y grandes empresas que sobresalieron por su contribución a la creación de puestos netos en relación de dependencia.
Entre 2018 y 2023 disminuyó la cantidad de empleadores con mínima dotación de personal, en claro contraste con las medianas y grandes empresas
La información del Departamento de Estudios de la AFIP no desagrega entre esos grandes empleadores cuantos corresponden a empresas públicas o con mayoría de capital estatal, y cuánto a las del ámbito privado. Sin embargo, entre 2018 y 2023, como promedio del año, no deja dudas de que los mayores empleadores han sido los que se diferenciaron de los pequeños por su contribución al aumento neto del empleo, aunque muy por debajo de lo necesario para absorber el crecimiento vegetativo de la oferta laboral, y evitar el aumento de la tasa de desempleo.
En términos relativos, ese desempeño explica que lentamente, pero en forma sostenida, haya ido aumentando la participación de los empleadores con más de 1.500 trabajadores asalariados registrados se elevara a más de 23% del total; y en menor medida se elevara la franja con casi 4% del total.
Desempeño por rama de actividad
Las estadísticas de AFIP sobre la base SIPA también permiten hacer dos lecturas diferentes sobre la real relevancia de los sectores productores de bienes y los de servicios -públicos y privados-, según se trate de la cantidad de empleadores o bien de la contribución a la generación de puestos de trabajo, en particular en el segmento de los asalariados registrados, los cuales no sólo son de los que se disponen datos, de ambos indicadores, sino que son los más relevantes del mercado de trabajo en la Argentina.
Por un lado, revela que los productores de bienes representan apenas 25% como empleadores; y 27,5% como generador de puestos de trabajo asalariado, mientras que el conjunto de la denominada industria “sin chimeneas” representa el 75% y 72,5% restante, respectivamente.
Pero por el otro, se advierte como en el interior de cada rama de actividad las proporciones cambian sustancialmente, en particular en la Administración pública, Defensa y Seguridad Social, y en el del Comercio y reparación de automotores.
En el primer caso, la relación de apenas 0,3% en cantidad de empleadores se eleva a casi 16% como fuente de trabajo, revelando que se ha constituido en una notable fuente de trabajo para gran parte de la sociedad, aunque con muy baja productividad, como surge del estancamiento que acusa la economía en prácticamente los últimos tres lustros.
En el segundo, la característica dominante de salida laboral para muchos de quienes han perdido su puesto de trabajo en relación de dependencia ha determinado que la proporción de 29,3% en el total de empleadores se achicar a 14,5% en el total de empleo asalariado registrado.
Otros casos con brechas significativas se observan entre los productores del agro, silvicultura y pesca: pasa de 10,3% del total en la cantidad de empleadores a 4,1% como fuente de empleo asalariado; y en la franja de Asociaciones y Servicios Personales: de 11,1% a 3,6%, respectivamente.
En menor medida se observa que en el agregado de la industria manufacturera el total de emprendedores activos representa 9,8% del total, pero eleva su contribución al empleo por tiempo indeterminado a 14,9 por ciento.
En el agregado de la industria manufacturera el total de emprendedores activos representa 9,8% del total, pero eleva su contribución al empleo por tiempo indeterminado a 14,9 por ciento
Un fenómeno similar, aunque con menor brecha, se registra en la rama de la Enseñanza, donde los empleadores explican el 1,6% del total, pero en el personal asalariado participa con 8,5 por ciento.
Habrá que ver si con la reglamentación del Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones no sólo se potencia el rol de las empresas de mayor envergadura como fuentes generadoras de puestos de trabajo, sino también si posibilitará reducir la amplia brecha existente entre las que se dedican a la producción de bienes y las que se especializan en los servicios públicos y privados.