La temperatura ideal en la que debe estar la nevera o heladera para ahorrar dinero
No consumir energía de más o ahorrar es un desafío lleno de pequeños detalles. Uno de ellos es saber qué temperatura tiene nuestra nevera y ajustarlo de manera adecuada para no tener un gasto excesivo que afecte la factura a fin de mes.
Este electrodoméstico, uno de los más esenciales para la vida diaria, debe mantenerse en funcionamiento las 24 horas del día, lo que puede tener un impacto considerable en la factura de electricidad si no se gestiona de manera adecuada. Así que vamos a explicar cómo ajustar la temperatura de tu nevera para ahorrar energía de manera eficiente y en qué nivel debe estar.
Cuál es la temperatura ideal en la que debe estar la nevera
El principal objetivo de una nevera es conservar los alimentos en óptimas condiciones de frescura y seguridad. No obstante, mantenerla a una temperatura incorrecta, ya sea demasiado baja o alta, puede no solo comprometer esta función, sino también afectar significativamente el consumo energético del hogar. Un ajuste adecuado no solo prolonga la vida útil de los alimentos, sino que también reduce el gasto eléctrico.
Los expertos coinciden en que la temperatura recomendada para la mayoría de las neveras domésticas debe estar en torno a los 4 °C (39 °F). Esta temperatura es lo suficientemente baja como para prevenir el crecimiento de bacterias y mantener los alimentos frescos sin generar un gasto innecesario de energía.
Es importante recordar que cada grado por debajo de esta cifra representa un mayor esfuerzo para el compresor de la nevera, lo que se traduce en un aumento del consumo de electricidad y, por ende, de la factura de luz.
El compresor de la nevera es el motor que se encarga de mantener el interior del aparato a la temperatura deseada. Cuanto más baja sea esta temperatura, más intensamente tiene que trabajar el compresor para mantener el nivel de frío. Por cada grado adicional de enfriamiento, el consumo de energía puede aumentar entre un 7 y un 10%, según diversas fuentes especializadas en eficiencia energética.
Mantener una temperatura excesivamente baja no solo incrementa el gasto energético, sino que también reduce la vida útil del electrodoméstico. Esto se debe a que el compresor, sometido a un trabajo constante y más exigente, se desgasta con mayor rapidez, lo que puede provocar averías prematuras.
Cuál es la temperatura adecuada para cada compartimiento
Es importante tener en cuenta que no todos los compartimentos de la nevera requieren la misma temperatura. Los cajones específicos para carne y pescado deben mantenerse en un rango de 1 °C a 2 °C, ya que estos alimentos necesitan un mayor nivel de refrigeración para prevenir su rápida descomposición.
En cuanto al congelador, la temperatura recomendada se sitúa entre los -18 °C y -24 °C. Este nivel es el óptimo para conservar alimentos congelados a largo plazo sin generar un consumo energético excesivo.
Siguiendo estas recomendaciones, es posible prolongar la frescura de los alimentos y ahorrar energía. Además, es fundamental prestar atención a las indicaciones del fabricante, ya que algunos modelos de neveras cuentan con compartimentos específicos que pueden requerir un ajuste particular.
Cómo ajustar la temperatura de tu nevera
Ajustar la temperatura de la nevera es una tarea sencilla y rápida que puede tener un gran impacto en el ahorro energético. La mayoría de los modelos cuentan con selectores manuales o electrónicos que permiten regular la temperatura de manera precisa. En algunos casos, las neveras disponen de distintos controles para cada compartimento, lo que facilita una gestión personalizada del frío.
Si tu modelo cuenta con un modo de ahorro de energía o un programa “vacaciones”, estos pueden ser activados en periodos de poco uso, como cuando te ausentas de casa durante varios días. De esta manera, se mantendrá la temperatura adecuada sin consumir energía de más.