Antes de estrellar su avión en Nordelta, el millonario Andrés Deutsch tuvo un hijo extramatrimonial que hoy disputa su herencia
Cuando estrelló su avión y murió, Gustavo Andrés “Andy” Deutsch estaba casado con Graciela Josefina Villarruel –quien falleció junto a él- y tenía cuatro hijos de un matrimonio anterior. Exactamente 152 días antes, había sido padre de un varón que hoy tiene siete años y es hijo de Karina Caporale, una mujer que reclama la parte de la herencia que le corresponde al menor.
Deutsch era millonario y piloto de avión. El domingo 14 de septiembre de 2014 llovía; él estaba al mando de su Beechcraft 300 Super King Air matrícula LVWLT. Lo acompañaba quien era su esposa desde 1992. Habían salido desde Lincoln y nunca llegaron a Aeroparque: murieron ambos minutos después de las tres de la tarde cuando el avión chocó contra una casa del barrio La Isla de Nordelta.
Nacido y criado en una familia de empresarios europeos que migró a la Argentina en el siglo XX y expandió sus negocios en el país, Deutsch continuó con la tradición. Tuvo empresas de varios rubros. Algunas de ellas muy exitosas.
Andy era un hombre de negocios relevante. Había sido dueño de Casa Tía, junto con la familia Steuer-De Narváez y su nombre resonó cuando se produjo una de las tragedias aéreas más importantes de la Argentina: era el propietario de la empresa Líneas Aéreas Privadas Argentinas (LAPA). El 31 de agosto de 1999 un avión de LAPA que iba desde Aeroparque hacia la provincia de Córdoba no alcanzó a despegar y chocó contra una reja, atravesó una avenida, arrastró un auto y frenó contra un terraplén. Murieron 60 pasajeros, tres tripulantes y los dos ocupantes del auto que el avión había arrastrado. Aquel fue el principio del fin de la empresa LAPA.
También fue propietario de la compañía llamada Industria Textil Argentina (INTA) que fabrica entre otros productos, los guardapolvos escolares Arciel. Karina, contadora, había ingresado a trabajar en INTA en 2001 y estaba al frente del área de recursos humanos. Él había intentado acercarse en varias ocasiones y ella no había dado lugar a nada. Católica y de convicciones firmes, no quería vincularse con un hombre casado. Andy había nacido en Praga el 19 de octubre de 1935. Karina había nacido en Buenos Aires el 23 de agosto de 1971.
En 2007, la fiesta de fin de año de la empresa los puso uno al lado del otro para la foto recordatoria. Fue en ese momento que ella sintió el impulso de aceptar iniciar una historia. Una antigua empleada de la empresa, de suma confianza del dueño de la compañía, hizo de Celestina. Le avisó a Karina que iba a recibir un mail de Andy. La excusa era que quería ver todas las fotos de la fiesta.
Semanas después de aquel primer intercambio de mails comenzó la relación amorosa que se extendió hasta que Deutsch murió en septiembre de 2014.
Aunque estaba casado, el empresario comenzó a hacer planes con aquella mujer que lo había deslumbrado. En 2012, ella se mudó a un departamento en la paqueta avenida Alvear, cuyo alquiler él pagaba mensualmente. Ella le dijo que quería formar una familia y él aceptó.
Se veían durante dos o tres horas en el horario del almuerzo. Andy, cuyas oficinas estaban cerca, pasaba por el departamento de la avenida Alvear. Si no podía ir visitarla, la llamaba por teléfono. Hablaban todos los días. Viajaron juntos por el mundo. Iban seguido a Estados Unidos por cuestiones de negocios y para renovar su licencia como piloto de avión. Cuando se hospedaban en los hoteles, ella era anotada como Mrs. Deutsch. Querían mudarse juntos a Uruguay.
Se propusieron tener hijos. No pudieron y recurrieron al método de fertilización in vitro. Andy estuvo presente en todos los pasos de los tratamientos realizados por médicos del instituto Procrearte. Allí, ambos firmaron el consentimiento para la realización de los procedimientos. El primer intento no dio resultado y ella perdió un embarazo en julio de 2013. Los médicos dijeron que el estrés laboral podría haber causado la pérdida. Entonces Karina dejó de ir a trabajar a INTA; el tratamiento se repitió sin la presión laboral y con mucha tranquilidad. El segundo intento fue exitoso.
El embarazo marchaba bien hasta que presentaron algunas complicaciones; el bebé no crecía. Karina hizo reposo y, mediante una cesárea, el 15 de abril de 2014 a las 11.43 nació un varón que será identificado por Infobae como Alejo. Aquel martes de abril de hace siete años Andy estuvo en el sanatorio De Los Arcos y asistió al momento del nacimiento de su quinto hijo.
El empresario firmó -en presencia de dos médicos- los documentos relativos a la inscripción de Alejo. Entre los papeles firmados se encuentra el formulario del departamento de Neonatología del Sanatorio de Los Arcos, por el cual reconoció a su hijo.
La inscripción en el Registro Civil se hizo unos días después cuando Deutsch estaba de viaje y en la partida de nacimiento original solo aparece anotado como hijo de Karina.
Después de la muerte de Andy, y ante la petición de Karina, la jueza civil Myriam Cataldi ordenó que Alejo fuera inscripto en la partida de nacimiento como hijo de Caporale y Deutsch. La decisión –firmada el 13 de agosto de 2015- fue respaldada por la documentación de la clínica de fertilidad y por los papeles firmados en el sanatorio el día del nacimiento de Alejo.
Por eso, el 26 de agosto quedó registrada -en el acta número 403 del año 2015 en el Tomo 3 E del Registro Civil de la Ciudad de Buenos Aires- la modificación de la partida de nacimiento original y el niño fue anotado con los apellidos Caporale Deutsch.
Mientras tanto, los hijos que había tenido con su primera esposa, Olga Kozak, iniciaron el trámite de sucesión. Los cuatro viven en Estados Unidos y tenían poca relación con los negocios del padre. El expediente por la sucesión está radicado en el juzgado en lo Civil 47 y, el 23 de febrero de 2017, el juez Horacio Maderna Etchegaray -ya jubilado- dictó la declaratoria de herederos. Ese es el paso inicial para luego repartir los bienes de la persona fallecida. Por voluntad de Caporale -sin necesidad de una orden judicial- se hicieron dos estudios de ADN de Alejo que dieron como resultado que el menor es hijo de Deutsch.
El expediente por la sucesión es público. Y la demanda iniciada por Caporale contra los hijos mayores de Deutsch para reclamar lo que le corresponde a Alejo también. De ese modo Infobae accedió tanto a la sucesión como al reclamo que presentó Caporale porque considera que no todos los bienes que tenía el empresario fueron informados en el expediente.
En 2017 el juez Etchegaray determinó que los herederos universales de Deutsch son Julia Andrea Deutsch, Frederik Lawrence Deutsch, Katherine Michele Deutsch, Allison Kaye Deutsch y Alejo. Julia y Frederick son mellizos y nacieron en Estados Unidos el 30 de octubre de 1959. Kathertine y Allison nacieron en Argentina el 27 de agosto de 1961 y el 10 de marzo de 1967, respectivamente.
El primer paso del proceso sucesorio estaba dado: se habían identificado a los herederos. Ahora restaba identificar los bienes que Deutsch tenía en el país y en el extranjero.
El empresario podría haber destinado como quisiera hasta el 20 por ciento de su fortuna -a través de un testamento-, pero no lo hizo. Por lo tanto, los únicos herederos son sus cinco hijos y entre ellos debe repartirse su patrimonio de manera igualitaria.
La disputa entre los cuatro hijos mayores, por un lado, y el menor, por el otro, para determinar a cuánto alcanza el volumen de la herencia de Andy Deutsch no termina. Se calcula que hay cerca 1000 millones de dólares para dividir. Hasta hoy no se conocía públicamente que la fortuna debía repartirse entre cinco.
Segunda nota. Los bienes en juego
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