Señales de alerta del Alzheimer: cuáles son los síntomas a los que hay que estar atento
En un mundo con tanto estrés en el que vivimos, es común tener alguna vez problemas para encontrar la palabra justa, olvidar un nombre o no recordar dónde pusimos algo. Pero las dificultades persistentes con la memoria o la capacidad para realizar tareas cotidianas podrían ser señales de algo más.
Por eso, ante estos síntomas es muy importante consultar al médico, ya que varias enfermedades que se pueden tratar (desde infecciones hasta una deficiencia de vitaminas) pueden causar síntomas similares, por lo que es necesario descartarlas como primer paso.
El Alzheimer afecta al cerebro dañando sus componentes más básicos, las neuronas, haciendo que no cumplan su función y finalmente mueran. El proceso por el cual esta enfermedad destruye las neuronas se llama neurodegeneración. Sus síntomas son cognitivos y conductuales, tales como problemas de memoria, de orientación y confusión y es la causa más común de demencia en adultos mayores.
A partir de los 65 años, la prevalencia del Alzheimer se duplica en cada década de vida: “Una de cada ocho personas de más de 65 años tiene Alzheimer; a los 75, dos de cada ocho; y a los 85, cuatro de cada ocho”, señaló a Infobae el doctor Fernando Cáceres, (MN 74.115) médico neurólogo, especialista en neurorehabilitación y director del Instituto de Neurociencias Restaurativas (INERE).
¿Cómo se manifiesta la enfermedad?
“El síntoma paradigmático del Alzheimer es la pérdida de memoria, por eso los olvidos o fallas al recordar son las primeras alertas a considerar. Hay muchos tipos de memoria, pero la que más se afecta es la de hechos recientes, las cosas antiguas, la persona las recuerda”, dijo el doctor.
También pueden aparecer problemas de atención, de concentración o que no se recuerda una palabra, agregó el médico. “En cuanto a los problemas motores o sea falta de movilidad, a diferencia de otras enfermedades neurológicas, no aparecen hasta estados avanzados y los síntomas emocionales como depresión, alucinaciones o síntomas psiquiátricos tampoco aparecen de inicio, así que no van a ser los primeros signos de la enfermedad”, señaló el experto.
Y agregó: “Hay que recordar que el Alzheimer afecta a personas después de los 65 años, o sea que si se tiene un olvido antes de esa edad lo más probable es que no sea esa enfermedad sino que se deba a otras causas como las patologías vasculares, lo que antiguamente se llamaba arteriosclerosis, hipertensión, diabetes, tabaquismo”.
El neurólogo destacó que todos estos síntomas no tienen nada que ver con el paso de los años. “El envejecimiento no es sinónimo de deterioro cognitivo, de la demencia senil no se habla más. Es un error muy frecuente creer que los olvidos son inherentes al envejecimiento cerebral. Por ejemplo, Pacho O´Donell tiene 82 años y no presenta ningún olvido, entonces el envejecer no implica tener olvidos, si una persona mayor los tiene, debe consultar”.
¿Cuáles son las etapas del Alzheimer?
Según la Clínica Mayo, el Alzheimer avanza lentamente en cinco etapas:
- Fase preclínica: La enfermedad de Alzheimer comienza mucho antes de que los síntomas sean evidentes. Esta etapa se llama enfermedad de Alzheimer preclínica y por lo general se identifica solo en entornos de investigación. No se notan síntomas durante esta etapa.
- Deterioro cognitivo leve debido a la enfermedad de Alzheimer
- Enfermedad de Alzheimer leve
- Enfermedad de Alzheimer moderada
- Demencia debido a la enfermedad de Alzheimer severa. Demencia es un término usado para describir un grupo de síntomas que afectan las habilidades intelectuales y sociales con la suficiente gravedad como para interferir en el funcionamiento diario.
Según la Asociación de Alzheimer de Estados Unidos, durante la etapa de Alzheimer leve la persona puede desenvolverse de forma independiente. Es posible que pueda conducir, trabajar y participar de actividades sociales. A pesar de esto, puede sentir que tiene episodios de pérdida de memoria, que incluyen olvidarse palabras familiares o perder objetos cotidianos. Y son los amigos, familiares y otras personas allegadas quienes comienzan a notar las dificultades.
“Si bien el inicio del Alzheimer no puede detenerse ni revertirse todavía, un diagnóstico temprano puede permitirle a la persona la oportunidad de vivir bien con la enfermedad tanto como le sea posible y hacer planes para el futuro”, aclaró la asociación.
De acuerdo a la Clínica Mayo, una buena estrategia es detectar los primeros cambios cerebrales asociados con la enfermedad de Alzheimer y otras demencias antes de que se afirmen, similar a la medida de prevención de tratar la enfermedad cardíaca antes de que ocurra un ataque cardíaco.
¿Cuáles son los síntomas tempranos del Alzheimer?
La Alzheimer’s Association creó una lista de síntomas del Alzheimer y otros tipos de demencia. Cada persona puede experimentar una o más de estas señales a grados diferentes. De cada señal determinó cómo se manifiesta en el Alzheimer y de qué otra manera se presenta si es solo un tema asociado a la edad.
1. Cambios en la memoria. Uno de los síntomas más comunes del Alzheimer en las etapas tempranas, es olvidar información recién aprendida. Por el contrario, un cambio típico de la edad es olvidarse de vez en cuando de nombres o citas pero acordarse de ellos después.
La Fundación Pasqual Maragall para la Investigación sobre el Alzheimer afirmó que en las primeras fases de la enfermedad, las personas afectadas pueden repetir en bucle una misma pregunta y no recordar que ya la habían hecho y se les había respondido. O regresar sobre un mismo tema una y otra vez.
“Sin embargo, no tienen problemas para rescatar recuerdos de cuando eran jóvenes o conocimientos que han adquirido a lo largo de la vida hasta fases mucho más avanzadas”, definió la institución.
Y continuó: “Esto ocurre porque la primera zona que se ve afectada por la enfermedad es el hipocampo, la región en la que se forman y se almacenan nuevos recuerdos. He aquí la razón por la que otro de los primeros síntomas que suele manifestarse en personas que sufren Alzheimer es la desorientación, tanto en el espacio como en el tiempo”.
2. Problemas para planificar o resolver situaciones comunes. La fundación Pasquall Maragall describió: “A medida que la enfermedad avanza, la persona con Alzheimer puede tener más dificultades para decidir cosas, organizar el día a día y hacer razonamientos lógicos, así como para captar sentidos figurados o irónicos”.
Algunas personas pueden tener problemas para concentrarse, seguir una receta conocida o manejar las cuentas de la casa. Un cambio típico de la edad, en cambio, es cometer errores de vez en cuando al hacer cálculos.
3. Dificultades para desempeñar tareas comunes. Necesitar ayuda de vez en cuando para usar el celular o la computadora puede ser una señal de envejecimiento. En cambio, las personas que presentan problemas de memoria debidos al Alzheimer pueden tener dificultad en llegar a un lugar conocido o recordar las reglas de un juego muy conocido.
La fundación Pasqual Maragall explicó: “pueden presentarse problemas en actividades tan cotidianas como hacer gestos de comunicación con las manos, atarse los cordones de los zapatos, abrocharse los botones o usar los cubiertos para comer”.
4. Tener problemas de desorientación de tiempo o lugar. Es posible que las personas afectadas por Alzheimer se desorienten con las fechas, estaciones y el paso del tiempo. Es posible que se les olvide a veces dónde están y cómo llegaron allí.
“Se presentan problemas de orientación espacial, incapacidad para calcular las distancias, reconocer entornos o localizar objetos”, dijo la Fundación Pasquall Maragall. Un cambio típico de la edad, en cambio, es confundirse sobre el día de la semana pero darse cuenta después.
5. Problemas para comprender imágenes visuales. Algunas personas con Alzheimer pueden tener dificultad en leer, juzgar distancias y determinar color o contraste, lo cual aumenta los riesgos para manejar un auto. En el caso de un cambio típico de la edad un problema así no está relacionado con la comprensión de las imágenes sino, por ejemplo, con cambios de la vista relacionados con las cataratas.
6. Dificultades con el uso de palabras. Las personas viviendo con Alzheimer pueden tener problemas en la conversación, es posible que paren en medio de la charla sin idea de cómo seguir o que repitan lo que dicen. Puede ser que luchen por encontrar las palabras correctas o el vocabulario apropiado o que llamen cosas por un nombre incorrecto (como llamar “palito para escribir” a un lápiz). Por el contrario, un cambio típico de la edad es tener problemas a veces en encontrar la palabra exacta al hablar y recordarla después.
7. Perder objetos. Las personas viviendo con Alzheimer u otra demencia suelen colocar cosas fuera de lugar. Se les pueden perder cosas y a veces acusar a los demás de robarles. Otra cosa es de vez en cuando colocar cosas (como los lentes o el control remoto) en un lugar equivocado, que a veces se produce con la edad.
8. Cambios en la toma de decisiones. Por ejemplo, es posible que las personas afectadas regalen grandes cantidades de dinero o presten menos atención al aseo personal. En cambio, tomar una mala decisión de vez en cuando puede ser algo típico de la edad.
9. Pérdida de iniciativa o apatía. Las personas con demencia pueden empezar a perder la motivación para disfrutar de pasatiempos, actividades sociales, proyectos en el trabajo o deportes.
Un estudio del 2023 publicado en el Journal of Alzheimer’s Disease encontró que la apatía puede incluso ser una señal de que alguien está empeorando desde un deterioro cognitivo leve a la enfermedad de Alzheimer. También pueden evitar formar parte en actividades sociales a causa de los cambios que han experimentado. Otra cosa es, a veces, sentirse cansado de las obligaciones del trabajo, de familia y sociales, que puede ser propio de la edad.
10. Cambios en el humor o la personalidad. Las personas con Alzheimer u otra demencia pueden llegar a sentirse confundidas, deprimidas, temerosas o ansiosas. A diferencia de ellas, un cambio típico de la edad es desarrollar maneras muy específicas de hacer las cosas y enojarse cuando la rutina es interrumpida.
Si existen señales de alerta del Alzheimer, o de cualquier otra forma de deterioro cognitivo o de demencia, es conveniente acudir al médico para que se pueda evaluar el caso y decidir el diagnóstico y tratamiento adecuados.
¿Qué hacer si se presentan estos síntomas?
El doctor Cáceres explicó que lo primero que debe hacer la persona es ir a un neurólogo, quien lo revisará y lo evaluará con distintos exámenes: análisis de sangre, control de la vitamina B12 (puede ser causa de síntomas cognitivos), de la hormona tiroides (también cuando funciona de menos puede dar síntomas cognitivos). “Estas son todas causas reversibles de deterioro cognitivo. También se verán todos los factores de riesgo vascular: obesidad, sedentarismo, tabaquismo, consumo de drogas ilícitas y alcohol, presión alta, diabetes, colesterol alto”, indicó el experto.
Y añadió: “La evaluación neurocognitiva o neuropsicológica consiste en una serie de tests donde se evalúa la memoria, la concentración y el lenguaje. Los resultados de cada test se comparan con los de personas de la misma edad y del mismo nivel educativo que el paciente y ahí está la verdad si el paciente tiene o no deterioro cognitivo”.
¿Por qué es importante hacer la consulta médica temprano?
El doctor Cáceres explicó que ante los síntomas mencionados realizar la consulta médica es muy importante. “Cuando una persona está muy estresada, deprimida o se peleó con la pareja puede llegar a confundir su estado emocional con deterioro cognitivo. Por eso es recomendable hacer la consulta y al hacer la evaluación neurocognitiva, el psicólogo especialista evaluará las funciones emocionales”.
El médico agregó que si la persona tiene deterioro cognitivo “tampoco es para alertar, porque el deterioro cognitivo no es lo mismo que demencia o Alzheimer, que es la principal causa de demencia en el mundo y es una epidemia que afecta a millones de personas en el mundo y va a afectar a más, porque conforme aumenta la edad, aumenta el riesgo de tener Alzheimer”, alertó.
Y destacó: “El deterioro cognitivo no es sinónimo de demencia. El deterioro cognitivo leve no afecta la calidad de vida ni la independencia a esa persona esa persona, que sigue funcionando con sus déficits. En cambio, una demencia es un deterioro cognitivo que afecta la vida social de esa persona, su independencia y presenta síntomas psiquiátricos y psicológicos, entonces no confundir el deterioro cognitivo con demencia”.
El médico explicó que si la persona tiene deterioro cognitivo, se lo detecta precozmente y se va a convertir en un Alzheimer en el futuro, existen posibilidades de intervenir mediante tres acciones:
1. Neurorrehabilitación cognitiva que son ejercicios. “No es hacer sudokus o crucigramas, sino que son planificados por el mismo neuropsicólogo que hizo la evaluación considerando sobre todo las áreas no dañadas para poder estimular la neuroplasticidad del cerebro”.
Y añadió: “El cerebro es plástico y las áreas no dañadas pueden reemplazar a las dañadas de esta manera, uno puede recuperar función cognitiva con estímulos específicos dados por sesiones de neurorehabilitación. Así como uno va al gimnasio o al kinesiólogo para hacer recuperar una función muscular también se puede hacer ‘brain fitness’, ejercicios hechos por un profesional a medida del déficit de esa persona”.
2. Hacer actividad física. “El ejercicio físico mejora la angiogénesis, la posibilidad de generar nuevos vasos en el cerebro y la neuroplasticidad. La actividad física debe ser sostenida en el tiempo y realizarse al menos tres veces por semana 40 minutos de actividad aeróbica sostenida en el tiempo eso modifica y moldea nuestro cerebro”.
3. Estimular la reserva cognitiva. Explicó el doctor Cáceres: “La reserva cognitiva es nuestra biblioteca cerebral, todo lo que hemos acumulado a lo largo de nuestra vida y hay que seguirla estimulando agregando libros a esa biblioteca, incorporando cosas nuevas, aprendiendo idiomas, desafiándonos, saliéndonos de nuestra zona de confort y socializando”.
Finalmente, el neurólogo destacó que el Alzheimer no es una enfermedad hereditaria. “Que una persona sea genéticamente predeterminada no quiere decir que sea hereditaria. El 1% de la enfermedad es hereditaria, el 99 veces es esporádica. Si una persona ya tiene predeterminado que va a tener Alzheimer, si lo detectamos precozmente y hacemos todo lo que estoy recomendando, puede retrasar el inicio de la enfermedad. También, si llevo una vida sana, eliminando los factores de riesgo como evitar la comida chatarra, bajar de peso, no fumar, no toma alcohol, todo eso también influye que la enfermedad se retrase”.
Por último, el médico mencionó las nuevas drogas de anticuerpos monoclonales. “Todavía están en fases iniciales, no disponibles en Argentina, pero tendrían potencial utilidad en estadios tempranos de la enfermedad, por eso es importante detectarla precozmente”.