La construcción modular gana terreno con más de 12.000 proyectos residenciales y comerciales en obra
El auge de la construcción modular continúa marcando el rumbo en Argentina y en todo el continente, impulsado por la demanda de soluciones arquitectónicas que combinen eficacia, eficiencia económica y se focalicen en el cuidado ambiental.
Este método se presenta como una alternativa positiva frente a la construcción tradicional, porque brinda no sólo agilidad en los tiempos de obra, sino también una notable reducción de costos que puede alcanzar hasta 30% en el aspecto financiero.
Actualmente en la Argentina se estiman que hay más de 12.000 obras en ejecución con este sistema entre viviendas, inmuebles comerciales e industriales.
Es común que estos inmuebles se construyan con materiales como acero, madera, paneles, ladrillos celulares, ladrillos de plástico reciclado, perfiles de acero, steel frame y chapas, entre otros.
Permite una arquitectura de rápida ejecución y menor costo, sin sacrificar la calidad ni el impacto medioambiental favorable (Iñiguez)
Agustina Iñiguez, arquitecta y editora de contenido en ArchDaily, contó a Infobae que este método se posiciona como una respuesta óptima frente a las necesidades modernas, porque “permite una arquitectura de rápida ejecución y menor costo, sin sacrificar la calidad ni el impacto medioambiental favorable”.
Las viviendas modulares se caracterizan principalmente la reducción de costos laborales y de materiales, y facilitan un estricto control de calidad, así como su replicación y fácil instalación en diversos contextos geográficos, al ofrecer soluciones en entornos inhóspitos, porque facilita la autogestión energética, uso de energías renovables y reducción del impacto ambiental.
“En Argentina, la adopción de tecnologías como paneles solares y sistemas de calefacción y refrigeración por geotermia está en aumento, marcando un compromiso con la sostenibilidad. Este enfoque apunta a mayor independencia de las redes tradicionales de servicios, integrando innovaciones que promueven viviendas más autosuficientes y respetuosas con el medio ambiente”, amplió Iñiguez.
La construcción modular, históricamente adoptada tras la Segunda Guerra Mundial para atender la urgencia habitacional con soluciones rápidas y económicas, hoy se destaca por su capacidad de adaptación y flexibilidad.
Iñiguez destacó: “La prefabricación y modularidad son temas recurrentes en arquitectura. Usualmente, la construcción modular implica técnicas en seco con materiales prefabricados para mayor eficiencia. Estos métodos son adaptables y replicables, permitiendo construir rápidamente en distintos lugares con menos personal”.
Gran parte de este tipo de obras se prefabrica antes de ser trasladada al terreno para su instalación in situ. También se conoce como construcción industrializada
La especialista agregó que “La prefabricación y modularidad son temas recurrentes en arquitectura. Usualmente, la construcción modular implica técnicas en seco con materiales prefabricados para mayor eficiencia. Estos métodos son adaptables y replicables, permitiendo construir rápidamente en distintos lugares con menos personal”.
El costo actual para la construcción modular se sitúa en $910.860 por metro cuadrado. Este formato, desde su planificación, contempla aspectos fundamentales como la calidad de los materiales, así como la integración de sistemas de conexión y aislamiento para garantizar el confort de la vivienda.
Las casas pueden variar de 50 m2 a 300 m2, según el presupuesto. Las más amplias ofrecen la posibilidad de más de tres ambientes con uno o dos baños, diseños contemporáneos que permiten su ampliación o extensión vertical. Se destacan por su versatilidad y la inclusión de amplias aberturas para favorecer la entrada de luz natural y ventilación.
Agustina Iñiguez enfatizó: “Es crucial una planificación meticulosa desde las etapas iniciales de la construcción modular, incluyendo la preparación del sitio y la instalación de servicios fundamentales como agua, electricidad y gas. Reducir los tiempos de obra implica anticipar el diseño y planificación hasta el montaje de módulos”.
La eficiencia de la construcción modular se basa en la estandarización y en analizar el entorno y necesidades de ocupación futuras para lograr una óptima integración y funcionalidad del espacio.
No sólo viviendas
También es una construcción apropiada para galpones fabriles, oficinas, locales comerciales, hoteles, entre otros tipos de inmuebles, en incluso para supermercados.
Actualmente en Zárate, se lleva adelante un proyecto de envergadura mediana con 1.730 metros cuadrados distribuidos en tres niveles, que se adaptó ingeniosamente a las limitaciones espaciales del entorno urbano.
El arquitecto Guillermo Gülden, dijo a este medio que “la elección de elementos prearmados y montaje en sitio responde eficazmente a las restricciones de espacio, además de ofrecer beneficios en términos de plazos operativos y eficiencia en la gestión del proyecto”.
El inicio de la obra se basa en la implementación de fundaciones con pilotes y cabezales, utilizando armaduras preconstruidas que se instalaron directamente tras la perforación, seguido del vertido de hormigón. “Este enfoque no solo acortó significativamente los tiempos en esta fase inicial, sino que también mantuvo el área de construcción ordenada y limpia”, explicó Gülden.
El costo de esta etapa se ubica en USD 45 por m2, y se ejecuta en un plazo aproximado de 8 semanas.
Para la estructura principal, se optó por elementos premoldeados y pretensados de hormigón armado. Gülden detalló: “Las columnas, vigas y losas huecas pretensadas se seleccionaron cuidadosamente para cumplir con las demandas específicas del uso comercial del edificio, considerando una sobrecarga de 870 kilos por m2″. Este método de construcción aceleró el montaje en tan solo 3 semanas, con un costo de USD 250 más IVA por m2.
El revestimiento de fachada, hecho con paneles metálicos aislantes, no solo contribuyó a la eficiencia energética del edificio sino que también creó una estética atractiva.
“Los paneles, con un núcleo de poliuretano y revestimiento de acero galvanizado prepintado, ofrecen un aislamiento térmico superior al de los muros tradicionales de concreto y fueron montados sobre una estructura metálica vinculada a la de hormigón”, contó Guillermo Gülden.
Contenedores
Otra versión modular son los edificios, complejos y viviendas que se realizan con contenedores. Sobresalen por su adaptabilidad y rapidez de construcción, ofreciendo desde soluciones habitacionales únicas hasta complejos residenciales de gran escala.
Romina Parquet, de CIMC Wetrans en Argentina, destacó que, aunque el mercado local aún se encuentra en una etapa inicial, con asociaciones principalmente a proyectos pequeños y creativos, “existe un potencial enorme para revolucionar el panorama arquitectónico”.
La técnica de construcción aprovecha contenedores de acero, que se ensamblan y expanden fácilmente para conformar estructuras funcionales y estéticas, desde viviendas hasta complejos mayores para hotelería y otros usos.
Según Parquet, la compañía que fabrica contenedores, proporciona estos módulos con altos estándares de calidad, facilitando así proyectos más limpios y eficientes. “Esta metodología no solo agiliza los tiempos de construcción sino que también abre un abanico de posibilidades en diseño y aplicación, demostrando la flexibilidad de la construcción modular”, precisó.
Un ejemplo innovador de estos últimos años es el Estadio 974 de Doha, Qatar, compuesto por 974 contenedores y destacado por su traslado y reutilización post-evento, encarnando la esencia de la eficiencia y sustentabilidad que define a la construcción modular.
Allí jugaron por ejemplo Argentina ante Polonia, en 2022 cuando la Scaloneta con Lionel Messi como estandarte venció a los europeos por 2 a 0 asegurando el primer puesto del grupo del último Mundial de fútbol.
Este enfoque no solo se limita a proyectos temporales sino que también aborda necesidades urgentes y permanentes, como la reconstrucción de infraestructuras educativas o el establecimiento de campamentos mineros (Parquet)
“Este enfoque no solo se limita a proyectos temporales sino que también aborda necesidades urgentes y permanentes, como la reconstrucción de infraestructuras educativas o el establecimiento de campamentos mineros en localizaciones remotas, probando su eficacia y adaptabilidad”, agregó Parquet.
En términos de costos, la construcción modular ofrece soluciones económicas ajustables a diferentes presupuestos y necesidades, con contenedores nuevos empezando desde USD 3.825 + IVA en Argentina, ejemplificó la experta.
Un caso destacado de aplicación de la construcción modular es un hotel de primera línea en Trafford, cerca de Manchester, Inglaterra, de 220 habitaciones construido con contenedores de CIMC, diseñado por el renombrado estudio Chapman Taylor.
Los módulos se apilaron sin necesidad de estructuras de soporte adicionales, para permitir una instalación rápida, que se logró en menos de tres semanas, para luego pasar a la fase de revestimiento externo.
Romina Parquet concluyó: “Este proyecto demuestra la capacidad de la construcción modular para crear edificaciones complejas, eficientes y estéticamente agradables en tiempos récord, destacándose por su coordinación en diseño BIM (abreviatura del inglés Building Information Modeling, traducible al español como Modelado Inteligente de Edificios) 3D y por su montaje en sitio en menos de tres semanas”.